Los especialistas aconsejan siempre mantener una dieta equilibrada como aporte para el cuidado de la salud. Para ello las principales recomendaciones se recogen en la pirámide de la alimentación, donde figuran tanto el tipo de alimento como la frecuencia de consumo. Esta dieta propuesta es la que más se asemeja a la conocida dieta mediterránea, pese a que en España ha descendido su adherencia en las dos últimas décadas. Complementando a una buena dieta se debe incluir el ejercicio físico, también regulado por intensidad y frecuencia, siendo de al menos media hora de ejercicio moderado al día y varias veces a la semana con alguna actividad más intensa.

 

Alimentos a diario

 

Según el estudio elaborado por el Observatorio del Cáncer de la AECC las recomendaciones se cumplen solo en parte, siendo las más comunes beber agua y consumir aceite de oliva. Por el contrario, el consumo de frutas y verduras es más bajo que el recomendado. Tampoco se cumple la recomendación de consumo de grasas, dulces y bollería de manera ocasional, ya que el 38% de los encuestados los consumen varias veces a la semana.

 

Hábitos de consumo

 

Otro hábito a mejorar es la práctica de actividad física, ya que un 75% de las personas afirman no practicar ninguna o no lo hacerlo con regularidad. En el desglose por edad y sexo, encontramos que los jóvenes de entre 16 y 35 años son los que beben más agua, pero por otro lado son los que consumen menos frutas y verduras. Las mujeres cumplen en mayor medida con el consumo recomendado de pescado, verduras y legumbres. 

Cuando a los encuestados se les pide que recuerden de manera espontánea alimentos que puedan influir en la prevención o desarrollo del cáncer, se registra un nivel de desconocimiento importante. Se realizan después las mismas preguntas acompañadas de una lista de alimentos para que los encuestados expresen su opinión sobre cada uno de ellos y su frecuencia en el consumo. Se evalúa de esta manera qué afirmaciones son acertadas o simples creencias erróneas sin base científica.

 

Creencias favorecer


 

Creencias prevenir

 

Por último se plantea la disposición y motivación al cambio. El 88% de los entrevistados sí cambiarían sus hábitos de alimentación si tuviera más información sobre cómo ayudan en la prevención del cáncer.

En conclusión, la percepción entre la población de que existe una relación entre alimentación y salud es más común que la posible influencia de los alimentos en la prevención o el desarrollo del cáncer. La opinión recopilada en el estudio refleja una falta de hábitos saludables en cuanto a alimentación y ejercicio físico se refiere, manifestado un bajo consumo diario de verduras, frutas y hortalizas, además de que tres cuartas partes de la población no realizan el ejercicio físico recomendado. Se pone en evidencia además un alto desconocimiento y creencias erróneas sobre los diferentes tipos de alimentos, frecuencia de consumo y el cáncer.